Erase una vez un niño que se llamaba Curro.
Vivía en una
ciudad muy grande que se llamaba Málaga. En esa ciudad había muchas
tiendas como chucherías, jugueterías y todas las tiendas que le
gustan a los niños.
Por tener todas
esas tiendas todos los niños se volvieron egoístas, no querían
prestarse nada, solo jugaban con sus juguetes y no jugaban con otros
niños.
Pero Curro no
era egoísta y todos los juguetes que tenía, los compartía con sus
amigos, tenía muchos amigos, los que no eran egoístas.
Curro siempre
estaba fuera jugando con sus amigos y nunca se aburría de estar
jugando al mismo juego, tenía amigos que nunca se aburrían de jugar
al mismo juego y de estar siempre con el.
Pero un día su
madre, le dijo que se tenía que ir a la granja de su tío durante
dos meses, Curro se sitió muy triste porque tenía que quedar con
sus amigos para hacer un mural de la clase y después jugar; e iba
celebrar su cumpleaños el sábado en su casa, pero si se iba con su
con tío no lo celebraba con sus amigos.
Al día
siguiente, se lo explicó todo a sus amigos y se fue el solo en
autobús a la casa de su tío, pero pesó que le había hecho un
favor a su madre, porque su madre se tenía que ir de viaje a
estudiar unas pruebas en el campo y no se lo podía llevar.
Cuando llegó a
la parada estaba allí su tío, se abrazaron y se fueron a la casa.
Curro no sabía
que había una granja de caballos, de perros, de gatos etc.
Cuando Curro vio
la granja se sorprendió porque se creía que se iba a aburrir, pero
los primeros días estuvo todo el día en el establo montando a
caballo y en la granja corriendo detrás de los perros.
Pero el día de
su cumpleaños vio que los animales se dirigían al bosque, Curro se
estrañó y se fue a ver a donde iban los animales. Se escondió
detrás de un árbol y vio que los animales se metían en una cueva
que el no había visto nunca.
Pero un perro lo
vio y se acerco a el, le miro y le dijo:
-¿Que haces
aquí?
Curro se asustó,
y le dijo:
-¡¿Y tu como
haces aquí, y hablas como un humano?!
El perro se lo
explicó todo y le dijo como se llamaba en verdad,Curro entendió
todo y ya le llamo por su nombre verdadero, pero Bos que así se
llamaba el perro le dijo que era un secreto, que mañana fuera al
mismo sitio y le enseñaba el Mundo Animado.
Al día
siguiente, Bos le enseñó a Curro el Mundo Animado que era una cueva
muy profunda, donde iban todos los animales de esa zona.
-¡Estaban
hablando mi idioma! -dijo Curro sorprendido.
Bos le explicó
que los animales en verdad hablaban todos los idiomas de las
personas, aunque no lo supieran los humanos ese era su secreto.
Muy soprendido
Curro dijo que quería aprender su idioma mas o menos. Todos los
animales se reunieron y le enseñaron el idioma.
Por la mañana,
la madre de Curro fue a recogerlo. Curro se llevó a un animal a su
casa para hablar con el, y ese perro era Bos.
Cuando llegó
jugó con sus amigos y con Bos, se lo pasaron muy bien.
Curro volvió a
su casa cansado de tanto jugar y muy contento por saber otro idioma y
por imaginar que haría por los animales, podía ser veterinario,
peluquero de perros, entrenador, bombero, los que ayudan a los
animales...
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